El cielo 

A veces imagino si será como lo veía de niña: con nubes que parecen borregos de algodones,lleno de luz y con ángeles de cabello rizado tocando el arpa : El Cielo prometido,el Nirvana, el premio que se nos promete a cambio de portarnos bien.. 

No quiero hacer de este post algo religioso,- me declaro creyente pero detesto las discusiones y las divisiones que implica ponerles diferentes nombres a nuestra particular forma de percibir a Dios- soy creyente de un Dios pero no en ninguna religión en particular. 

En mi post anterior  hablaba de mi opinión de lo que es el infierno, y supongo que es justo darle seguimiento con lo que creo que es el cielo.

Educada en escuela de monjas, lo natural eran esas clases de religión, y una de las frases que más recuerdo es aquella que decía Jesus: el infierno y el cielo está dentro de cada uno de nosotros..» 

Después de varios años,vivir la vida y ser consciente de mis diferentes estados de ánimo y cómo afectan mi vida creo que entendí la frase; el cielo y el infierno está al alcance de nuestra forma de percibir ;es decir en nuestro poder de elección. No se trata de ver las cosas de manera positiva o negativa; va más allá de esto.

Es tener la capacidad de sorprendernos y conmovernos con una puesta de sol, de sentir la fuerza de las olas del mar, de darnos cuenta de lo que no se ve con los ojos, de aquello que no es evidente.

Es estar en paz con uno mismo teniendo la satisfacción de un día de trabajo bien realizado, es la armonía con el entorno respetando a cada ser viviente, es ser felices con nuestro cuerpo: alimentándonos bien, queriendo y respetando  lo que yo llamo «el envase» que contienden nuestro espíritu (nuestro cuerpo)

El cielo está al alcance de un beso, en un sorbo de café, en una cobija caliente cuando se tiene frío,en hacer el amor por amor,  en beber agua cuando se tiene sed, en una carrera deportiva, en demostrarnos que tenemos autodisciplina. 

Creo sobre todo que el cielo está en poder ayudar a quienes no pueden devolvernos el favor, a quien grita por ayuda ya sea un ser humano o un animal, una planta. 
Creo que tanto tú como yo sin necesidad de morir hemos tocado ese hermoso cielo que se nos regala por momentos.