Dislexia

Dudé por algunos segundos cuando estaba haciendo una simple operación, era la tercera vez que mi cabeza veía el signo de porcentaje donde estaba el de división .. Había cometido el mismo error varías veces y seguía sin entender que sucedía. 

Los días pasaron y me di cuenta que me tardaba un poco más que el resto de mis compañeros al hacer algo tan sencillo: de cierta cifra debía sacar porcentaje y restar el total de la cantidad. 

Es la primera vez  que pruebo suerte con las ventas:»me gustan los retos soy persuasiva y se bien cómo hacer que la gente se entusiasme con mis ideas» fue mi pensamiento cuando me lancé de lleno. Todo iba bien, me senti pez en el agua, en una tienda de accesorios de lujo para chavas nada podía fallar; hasta que me di cuenta que cuando me metía a sistema y trataba de hacer un total los números empezaban a danzar, de pronto ya no tenían orden : cambiaban de lugar o se volvían una sopa de letras. Comencé a angustiarme pensando que nadie podía darse cuenta. 

Investigué del asunto y supe que es una especie de dislexia pero con números, llamada discalculia, y es un desorden que se puede corregir con ejercicios simples.

Noté que si hacía las cosas a nivel rutina sin prisa ni estrés no tenía problema, así que anote todas las posibles cantidades con sus posibles restas a modo de acordeón.lo cual funciono bastante bien.

Llego el día en que estaba dictando cantidades a un colega y se me quedó viendo raro, había cambiado el orden de los números, avergonzada hice todo por hacerme la indiferente, hasta que él volvió a insistir» los dijiste al revés» yo me disculpe y quise seguir adelante pero volvió a insistir» tienes dislexia?» 

Mi secreto quedó al descubierto, no supe si sentí alivio o sentía miedo:» si mi jefe se entera de esto, hasta aquí llegue» 

Luego de ese día sentía que no estaba siendo honesta con ellos ni conmigo misma, quise renunciar como la manera de ser leal s mis principios, argumentando mil cosas que según yo me hacían sentir adisgusto, pero la real era la que yo sentía por dentro.

De cierta manera ellos habían confiado en una persona sin experiencia y yo debía al menos ser completamente honesta y dejarles a ellos elegir, si aún con mi problema seguían teniéndome en sus filas o decidían que no, la última palabra sería de ellos. 

El día anterior había decidido presentar mi renuncia y mi jefe me contesto muy serio «mañana lo hablamos» ese mañana era hoy, así que cuando me mandó llamar por su tono de voz supuse que quería negociar pero yo estaba decidida a decirle la verdad;estoy trabajando con números y los números se convierten en una selva de animales salvajes que bailan cumbia» (obvio no usaría  esas palabras) 

Su cara era de absoluta seriedad y me dijo que me consideraba buen elemento que quería ver si podía retenerme pero que obvio no debía hacerme trabajar con ellos a la fuerza, hablo de que aportaba buenos resultados,que mis números eran más altos que el resto de mis compañeros y claro eso me dio una tremenda confianza, así que solté como no queriendo» ya notaste que tengo dislexia?» _que tienes qué?» 

Por minutos su cara fue confusa pero le dije tan rápido como pude que me costaba lidiar con el orden de los números a lo cual con mucha tranquilidad me respondió que él tenía paciencia y que no era problema para ellos .. Y yo me quede con cara de papa sin sal, me sentía feliz porque una vez más, había comprobado que la actitud vence cualquier obstáculo, que la honestidad otorga paz mental y que el trabajo duro y hacer más que los demás si rinde frutos .

..existen cosas que nos hacen sentir idiotas o inferiores o que bajan nuestra autoestima cuando no podemos hacer esto o aquello tan rápido, o tan bonito como los demás…sé que quizás tengas broncas que te hagan sentir mal, estupido o inadecuado, y con mi anécdota de hoy quiero decirte que debes vencer tu miedo al ridiculo, al malestar que produce sentir algo que te hace sentir muy incomodo, sé que con el tiempo y esfuerzo podremos adquirir experiencia, en ves de huir hagamos una y otra vez eso que se nos dificulta tanto hasta que se vuelva una tarea fácil 

Yo tengo mi Goliat que debo vencer . cuál es el tuyo?